El rap venezolano es una realidad concreta actualmente. Lo que hace 20 años era un proceso en etapa de gestación, hoy puede palparse y percibirse en todas partes. Las causas de su origen ( la inconformidad social, acompañada de las ganas de gritarla a los cuatro vientos), se mantienen. Sin embargo, los raperos se han percatado de que su don para rimar y enviar mensajes de forma masiva, acarrea responsabilidad. Han caído en cuenta de que hasta expresando lo que no les gusta, deben ser conscientes. De igual forma, parte de quienes integran este movimiento saben que, pese a que el género ha evolucionado, todavía es necesario corregir y perfeccionar varios aspectos. Frente a esta situación, cada uno de sus integrantes ha actuado de diferentes maneras.
El rapero venezolano Truko lo está haciendo a través de “La Poesía de la calle”, taller que imparte en la Casa de las Letras Andrés Bello. En esta ocasión, el cantante dio detalles acerca de esta iniciativa. De igual forma, comentó los
pormenores de su nueva producción discográfica “Horario supervisado”:
—¿Cómo surge la idea de buscar el apoyo de la Casa de las Letras Andrés Bello?
—La
idea de buscar el apoyo en la Casa de las letras surgió debido a que es el
único ente encargado de la poesía convencional. Además, fui el único rapero
venezolano que invitaron al Festival Mundial de Poesía 2013. Aproveché ese
contacto para pedir que me brindaran la oportunidad y el espacio para hacer
esto.
—¿Cómo fue la receptividad de la Casa ante tu proyecto?
—La
receptividad de la Casa ha sido al 100%. De hecho, todas las cosas que he
necesitado, las he tenido, gracias a Dios. He contado con todo su respaldo en
todo lo que concierne a la organización del evento. Todo lo he tenido gracias
al apoyo que ellos me han prestado.
—¿A qué público va dirigido "La Poesía de la Calle"?
—Al público en
general. De hecho, hay invitados que
forman parte del movimiento del rap. Pero también está abierto a cualquier
persona.
—¿Qué contenidos ofrece el taller?
—En principio el taller se ideó con la finalidad de fomentar el uso positivo de las composiciones de rap para el Festival Mundial de Poesía 2014. Pero los raperos, al percatarse de que existen ciertas inquietudes y necesidades prioritarias para el rap venezolano actualmente (por ejemplo, la necesidad de unión y autogestión), se dieron cuenta de que deben coordinar muchas cosas antes de poder ponerse de acuerdo para sacar un producto específico para el festival.
—En principio el taller se ideó con la finalidad de fomentar el uso positivo de las composiciones de rap para el Festival Mundial de Poesía 2014. Pero los raperos, al percatarse de que existen ciertas inquietudes y necesidades prioritarias para el rap venezolano actualmente (por ejemplo, la necesidad de unión y autogestión), se dieron cuenta de que deben coordinar muchas cosas antes de poder ponerse de acuerdo para sacar un producto específico para el festival.
—¿Cuándo inició y de cuántas clases consta?
—Inició
el 06 de mayo, primer martes del mes, y termina el primer martes del mes de
junio, el día 03.
—¿Te ha acompañado algún colega del género?
—Sí.
Han venido Crisler, Flysinatra, Aros, C4, Reke y La mente. También vino un integrante del crew
SPL.

—¿Cómo fue la integración de ellos a esta iniciativa?
—Su
integración ha estado marcada por el compromiso. Flysinatra y Aros quedaron muy
comprometidos. Hasta el sol de hoy están aquí conmigo. Crisler siempre está
pendiente de todo y me hace propuestas constantemente. Los demás no han
prestado la atención suficiente. Entiendo que deben tener otros compromisos que
atender.
—¿Cuál consideras que es el aporte de este tipo de talleres y de éste
específicamente al rap venezolano?
—El
aporte principal ha sido la integración. El poder darse la mano para llenar
parte del vacío que tiene el movimiento en general: la falta de organización y
de condescendencia entre los raperos. Esto es importante, puesto que no ha
existido la preocupación acerca de qué tanto pueden ayudarse los raperos
mutuamente, sino que se han centrado en cómo hacer el trabajo de manera
individual. Con este taller estamos buscando la manera de sacar provecho a
nuestros trabajos con el fin de que sean útiles para todos.
—El encuentro de hoy cuenta con una particularidad: el estreno de Horario
supervisado, tu nueva producción. ¿Qué encontraran los oyentes en este disco?
—Aproveché
el encuentro de hoy para salir de ese lío que tenía con el Horario supervisado
desde el año pasado (risas). Hoy lo estoy vendiendo por primera vez y anoche
salió el video promocional. Es un disco lleno de mucha escritura. No me centré
en ningún tema específico. Lo planteé desde un punto de vista tal vez un
poquito fuerte, ya que no todo lo que decimos tiene que ser bonito o lo que es
bonito puede ser un poco fuerte también. Es un disco corto, de ocho canciones.
La producción es un poquito suave: las pistas son bien melódicas, bien
armónicas. Se pueden encontrar pistas agradables al oído y letras como la de
“extraña belleza”, que es un mensaje positivo para la mujer venezolana, en el
que se le plantea que se acepte como es y no sea presa, por ejemplo, de la
necesidad de una operación estética. Tenemos contenido, una buena escritura y
un montón de instrumentales bien chéveres como para que se los vacilen.

—¿A cargo de quién o de quienes estuvo su producción?
—El disco fue
producido en Chillout Music por Hpc, Rubén Roots y yo. Y la post producción
estuvo a cargo de Jorge Herrera.
—¿Qué evaluación podrías hacer acerca de la situación actual de rap
venezolano, cuáles consideras que son sus carencias y qué aporte inmediato
harías al género?
—Siento
que en este momento el rap venezolano necesita autogestión. Creo que esa es la
única manera de que salga adelante por sí mismo, debido a que no tenemos un
mercado musical y debemos hacerlo juntos. El rap necesita organización y, sobre
todo, responsabilidad. Que la gente sea capaz de morir por su palabra. Es un
dicho que escuché una vez y creo que la gente que está haciendo rap debería
tener esa capacidad, especialmente en este momento tan importante como el que está viviendo
Venezuela. Yo por mi parte puedo aportar responsabilidad. Yo creo soy capaz de morir por mi palabra.
También puedo colaborar a través de iniciativas como ésta en las que se busca
que nos montemos a trabajar.
—Algún mensaje que quieras compartir…
—Somos
nosotros. No se frenen ni esperen a que nadie haga nada. Vamos a hacerlo todos
juntos. Si es necesario, vamos a hacer hasta lo que no existe. Hay que hacerlo.
Las ideas son luz. Cuando Dios dijo “hágase la luz”, surgió una idea. Es lo
único que necesitamos.
Claudia Hernández
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